“La bici llegó a Salta para quedarse, pero hay mucho por hacer en educación vial”
Noticias01 de octubre de 2023Gobierno Abierto SaltaEntrevista a Lorena Quintero
Lorena Quintero es trabajadora social y usa la bicicleta a diario para sus quehaceres laborales y recreativos. Dialogó con El Tribuno sobre la bicicleta como medio de movilidad seguro, agrega que dejar de utilizar el auto en trayectos cortos acarrea enormes beneficios al tránsito de la ciudad, a la salud y al medio ambiente. Sin embargo, admitió que aún hay mucho por hacer en materia de educación vial y de infraestructura, para que el uso de este medio de transporte sea seguro y la gente pueda volcarse masivamente a él. “Independientemente de la opinión que se tenga de las bicisendas de la Capital, representan un punto de partida, marcan un rumbo a todas luces positivo”, expresó.
¿Es posible la convivencia de la bicicleta con los otros medios de transporte en Salta?
La experiencia de vida nos demuestra que resulta imposible alcanzar armonía en medio del caos. Y el orden resulta prioritario para lograr ese estatus. En los conglomerados urbanos, como en la vida personal, se hace necesario generar un orden que permita la convivencia sana sobre la cual se logre el desarrollo que todos buscamos. Entre los diferentes aspectos que hacen a la vida de una comunidad, el tránsito no es un tema menor, y dentro de este apartado la bicicleta puede jugar un papel determinante, puede representar incluso, un punto de inflexión que nos ayude a generar hábitos saludables, económicos y sustentables. Es decir, la convivencia es posible si alcanzamos un orden que ofrezca seguridad a todas las partes.
Parece ser un vehículo que llegó para quedarse en Salta, no solo en la faz deportiva sino también para el uso cotidiano...
En primer lugar, lo que la pandemia nos dejó instalado no solo fue la masificación del uso de la tecnología, sino también la reflexión sobre el cuidado de la salud por la incorporación de nuevos hábitos y de ser protagonistas para contribuir con la causa ambiental. En algunos lugares del mundo, se cambió la movilidad urbana y se hizo sostenible. ¿Porque sucedió esto? Porque el transporte es el principal responsable de la contaminación que sufren las ciudades. Entonces, el desafío al que, como pueblo, estamos convocados durante estos tiempos, es mitigar el cambio climático, más allá que sea una exigencia de salud pública el descarbonizar la movilidad.
Para alcanzar esas ventajas, nos queda mucho camino por recorrer y hábitos que cambiar. Pero es momento de dar el primer paso. Independientemente de la opinión que se tenga del proyecto de bicisenda que se lleva adelante en la capital, representa un punto de partida, que indudablemente marca un rumbo.
Todos coincidimos que la bicicleta es el transporte más limpio, sostenible y que ayuda a descongestionar el tránsito, pero hay que hacerlo viable y seguro
¿Cómo logramos que el uso de la bicicleta sea viable dentro de la ciudad?
Seguramente se seguirá estudiando cómo nos movemos diariamente con alguna herramienta de medición. Se trata de una cuestión debatible. Una de las aristas se encuentra en la educación vial, desde ya hay que trabajar en la formación de nuevas generaciones de conductores responsables, empáticos, que entiendan que la vía pública es de todos. Esto viene a colación de que uno de los aspectos fundamentales para que el uso de la bicicleta sea viable es sin duda la seguridad vial.
Privilegiar esta movilidad nos hace reducir la pérdida de tiempo por atascamiento, reducir las emisiones de gases contaminantes, mejorar la salud.
¿Qué resta hacer para que la gente se vuelque masivamente a su uso cotidiano?
Nos queda trabajar en mejorar y pensar en nuevos diseños e infraestructura para que el desplazamiento en bicicleta sea seguro, adecuado y confortable. Hay que erradicar el uso desmesurado de autos en trayectos cortos para evitar embotellamientos y contaminación. Se pueden pagar incentivos a los empleados para que se trasladen en bici a su trabajo, generar programas de micro financiación para adquirir bicicletas a precios accesibles, pudiendo incluso priorizar la compra a fabricantes locales; promocionar escuelas de ciclismo, a largo plazo construir amplias vías para conectar a los municipios entre sí y con la ciudad Capital, entre tantas otras acciones que nos hacen la vida más simple y sostenible.
Liberarnos de prejuicios y de tantos otros mitos nos ayuda a salir adelante como, por ejemplo, seguir pensando en la idea de que el auto sigue representando progreso y bienestar, y es símbolo de estatus social y económico, lograremos ese bienestar que queremos todos. Tenemos que trabajar entre todos para lograr ciudades con aire limpio, con un pueblo sano y que quienes nos movemos dentro de la ciudad caminemos a nuestro trabajo o usemos la bicicleta: eso es desarrollo.
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