Ciclovia: no consumen lo público, pero deciden sobre lo público.

Hoy el marketing puede más que la política social y que los proyectos sustentables

Noticias17 de diciembre de 2023 Por Monica Lorena Quintero
La bici llegó a Salta para quedarse, pero hay mucho por hacer en educación vial
El gobierno local no entiende la importancia de las ciclovias

Un comportamiento “clasico” de todo gobierno nuevo, es que cuando quieren darle una impronta que los diferencie, -justificando los negocios del poder-, eliminan políticas públicas de los gobiernos salientes. En este sentido, la ciudad de Salta ve nuevamente como espectadora como quitan lo que funciona bien: las bicisendas. No encontramos una explicación a esta decisión, pero representa un GRAN costo en dinero, que pagamos todos los contribuyentes. 

Tan azul como la política en Salta, eternamente masculina

Ante cualquier intento de alcanzar el poder por parte de mujeres, el patriarcado reacciona: no solo cambiaron el color del logo del gobierno local,  ahora azul, sino también las obras sustentables de la gestión anterior. Priorizando anuncios por sobre las consultas a los salteños. Vemos, que puede mas, la imagen de la nueva gestión, que garantizar políticas que beneficien al pueblo. Milei se impuso en elecciones en Salta, ganando las tres veces consecutivas. Lo que se traduce en que su discurso electoral sin partidos políticos, ni base territorial, logró convencer para que las grandes mayorías interpelen a la clase política, y a la deficiente administración de los recursos del Estado por no lograr resolver sus problemas; planteando un reordenamiento, reformas y múltiples desafíos dentro de un contexto complejo que exige cambios inevitablemente radicales. 

Durante estos días, el nuevo gobierno local, entre sus anuncios, quitó tres kilómetros y medio de ciclovía a los ciclistas. Que no tardaron en manifestarse, con propuestas, pero también con llantos por la sorpresa y por el no reconocimiento a la lucha de tantos años. Muchos salteños hoy se ven impedidos de usar la ciclovia hacia sus trabajos. Se trata de un sector importante de la sociedad, activistas y usuarios que exigen al gobierno participación ciudadana. Todos sabemos las múltiples herramientas de consulta que existen para evitar se invisibilice a la gente.

La clase política, o la llamada "casta" no consume servicios de la manera que lo hacen los usuarios comunes. La casta busca enquistarse en el poder, siempre son las mismas personas, solo cambian las funciones. Sin considerar que las alternancias fortalecen la democracia y evitan asi, toda forma de corrupción. Una casta que no consume en el lugar, no entiende de hacer filas para un trámite, de viajar en colectivo, y mucho menos subirse a una bicicleta. No consumen lo público, pero paradójicamente si toman decisiones sobre lo público, sobre lo que afecta a las grandes mayorías. Envían a sus hijos a colegios privados, se atienden en prepagas y viven en country, siempre alejados de la realidad, de su pueblo, tal como lo hacían los monarcas y sus patricios, tomando distancias de los súbditos. Una clase política donde se vinculan, se comprenden y se casan entre ellos para darle continuidad a su descendencia, al poder y a sus privilegios.   

Cuando se implementa gobierno abierto como plataforma innovadora esta distancia se acorta, ya que se aspira a un gobierno de cercanía, de territorio, lo que lo hace más representativo. No solo a través de plataformas digitales sino fundamentalmente con la presencialidad y la sensibilidad que exige el cambio de paradigma. A esta altura, el pueblo no quiere tiburones en el poder que defiendan egoístamente sus intereses, quiere empáticos con la gente. Austeridad, transparencia, y cercanía van de la mano con un gobierno abierto donde la prioridad es la escucha activa. Las consultas ayudan a que el Estado antes de tomar decisiones involucre verdaderamente en el proceso de políticas públicas a la gente, lo que sin duda mejorará la calidad del servicio y otorgará legitimidad a las decisiones que se toma. Estamos lejos de una política que salga a enamorar, o al encuentro con la gente para llevar soluciones, cuando los anuncios no hacen otra cosa más que profundizar las pérdidas, la incertidumbre, la tristeza y la desesperanza de la gente. Hoy los platos rotos los pagan los ciclistas para que, el verdugo que los condiciona, aparezca en escena como el héroe conciliador. 

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