Estado Abierto: aristas para reconocer políticas de Gobierno

Por Mónica Lorena Quintero

El confinamiento por pandemia aceleró el uso de las nuevas tecnologías de información y comunicación y, en ese escenario de virtualidad hay mayor presencia en las redes sociales como parte de una sociedad interpelante. Todo indica que el ejercicio ciudadano o el civismo está más fuerte que nunca. Se analiza y se pone en tensión opiniones sobre los asuntos públicos: políticas públicas anunciadas por el gobierno, las ideas o anteproyectos de ley, el uso que se hace sobre los recursos del Estado y hasta inclusive, el desempeño de los líderes políticos y funcionarios públicos de los tres poderes del Estado. A nivel local, nacional e internacional la sociedad evalúa con rigor si las interacciones y los acuerdos sociales entre gobernantes y gobernados confluyen finalmente en una mejora de su capacidad de gestión o de respuesta frente a los problemas actuales, hasta inclusive en el cumplimiento de las promesas electorales. Tenemos que reconocer que hay una ciudadanía más activa que busca intervenir en esa realidad social: el manejo de la pandemia, la gestión de la crisis, la desigualdad, la desocupación, la inseguridad, la crisis económica, la pobreza, la marginalidad social.

…Pero, si tomamos en cuenta lo complejo que suele ser gobernar en estos tiempos, donde se ha perdido credibilidad y las instituciones están cada vez más distanciadas de las personas ¿qué hacemos con la opinión pública, con la expresión popular, con las protestas sociales? Los ciudadanos están siendo verdaderos protagonistas en la democracia.

“La verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés: el del pueblo” Juan Domingo Perón

Si se quiere, un estado presente es un estado cercano al pueblo, a su gente. Es decir, si hay voluntad política para que sea éste el pilar fundamental de toda gestión gubernamental que implementa políticas públicas participativas, que no es otra cosa que materializar la leyenda tan nombrada de “poner en el centro de la gestión, a la persona”. Lo notaríamos si el gobierno incitaría a la conversación constante o al intercambio directo con la ciudadanía en el territorio, pero también, en época de pandemia, por ejemplo, se pudo incorporar, la colaboración de manera virtual mediante plataformas interactivas con los que están ahí navegando, los nativos digitales. La escucha activa implica entonces, la consulta, la colaboración y la participación de las personas, en el ciclo de las políticas públicas, desde el diseño, la ejecución y la evaluación del impacto que surge de ese programa. No es una tarea fácil. Requiere planificación y validación de los acuerdos de forma constante.

La nueva forma de Gobernar en el siglo XXI

Gobierno Abierto forma parte de un proceso de reforma del Estado que busca mejorar las capacidades y modernizar las administraciones públicas.

Es el nuevo paradigma para gestionar lo público en realidades complejas, donde quedó atrás la omnipotencia de la tecnocracia propia de la función pública que resolvía problemas desde una perspectiva individual y verticalista, para pasar a la resolución conjunta y colectiva de los problemas que afectan a las mayorías. Requiere de voluntad política para abrir los gobiernos, reconocer que también hay otros actores con talento, y comenzar a valorarlos trabajando en asociación con ellos, hablamos de los movimientos sociales, los medios de comunicación, las universidades, el empresariado, los sindicatos, los partidos políticos, los colegios profesionales, las cooperativas, las mutuales, los clubes deportivos, por mencionar algunos. En lo posible, no debe quedar nadie afuera.

Estado Abierto porque implica que, en esa apertura, se extienda los principios del Gobierno abierto a los tres poderes del Estado y en los distintos niveles de gobierno, logrando así cercanía, para mejorar los servicios públicos, coparticipando las agendas públicas. Transformando instituciones en Legislatura Abierta, Justicia Abierta y Ejecutivo Abierto que implemente políticas de transparencia con el ejercicio constante de la rendición de cuentas tan demandado por la ciudadanía, y promoviendo los mecanismos de participación ciudadana.

Gobierno Electrónico no es lo mismo que Gobierno Abierto

Por desconocimiento o con intención, puede pasar que los gobiernos hagan uso desmedido de las tecnologías de información y comunicación, porque representan “lo moderno e innovador” y nos quedamos gobernando solo por redes sociales, lo vemos por ejemplo cuando presupuestariamente se realiza una majestuosa inversión en las TICs y hasta inclusive “buscando reemplazar lo social”. Es decir, dejar de lado la presencialidad o territorialidad que exige todo compromiso político cuando hay un proyecto de gobierno serio. En concreto, los buenos gobiernos “dejan a su gente”, una agenda ampliada de “políticas públicas”. Esto fortalece la democracia, mejorando la institucionalidad.

Cuando sucede lo primero, para ponerle un nombre de acuerdo a sus características, estaríamos más cerca de la conformación de un gobierno electrónico, o de un gobierno reducido al uso de redes sociales y de comunicación interactiva por medios tecnológicos.

 Argentina integra la Alianza para el Gobierno Abierto

Como antecedente agregar que fue una iniciativa de un gobierno popular, -en noviembre del año 2012 durante el gobierno de Cristina Fernandez de Kirchner-, cuando Argentina ingresa a la Alianza para el Gobierno Abierto, ésta integrada por más de setenta países.

La Alianza para el Gobierno Abierto (AGA) es una iniciativa multilateral voluntaria que profundiza el trabajo colaborativo entre Estado y Organizaciones de la Sociedad civil. Tiene por objeto lograr que los gobiernos sean más transparentes, luchar contra la corrupción, fomentar la participación dándole más poder a los ciudadanos y en este proceso, se encuentren nuevas formas de crear políticas públicas “siempre” con los ciudadanos. La tecnología solo es utilizada como una herramienta para fortalecer la gobernanza.

En el año 2013 el Gobierno Nacional junto a actores multisectoriales elaboró el Primer Plan de Acción de Gobierno Abierto de la República Argentina, basado en un proceso de consultas presenciales, realizado en forma colaborativa y horizontal con ciudadanos y organizaciones, en consonancia con los principios de Gobierno Abierto. En el momento actual Argentina transita el desarrollo del Quinto Plan de Acción.